lunes, 7 de marzo de 2011
ALCAINE - El día después
Pero que fin de semana más majo que hemos pasado en este precioso pueblo de la provincia de Teruel, escondido en un rincón maravilloso y rodeado de montañas al lado del río Martín. Llegamos el sábado al mediodía y nos presentamos en la casa rural El Perche, donde Emi y Juanjo nos han atendido de maravilla y en donde hemos descansado "sin ruido", hecho digno de mención y difícil de encontrar en nuestras sufridas ciudades. Nos encontramos con Carlos Gorgas, organizador de la prueba, nos explica por donde transcurrirá la carrera del domingo y después de tomarnos unas tapas (¡como estaba el morro frito!) en el Albergue Las Fuentes nos vamos a hacer algo de turismo por la zona y a reconocer el recorrido de la carrera. Paisajes y vistas impresionantes, rocas, agua, buitres, pantano, río, silencio ..... todo un placer. Fotos y más fotos y venga a sumar kilómetros a las piernas que al día siguiente me van a pasar factura, pero como no he venido a llevarme ningún premio, qué más da unos cuantos minutos más.
Vuelta al pueblo a tiempo de ver ganar al Barça mientras cenamos algo y a descansar. Vuelvo a insistir ... NO SE OYE NADA, NADA. Espectacular.
Desayuno a las 8 con precaución de no pasarme, ya que se me iban los ojos detrás de todo lo que había encima de la mesa, pero bueno esperaremos después de la carrera. Nos vamos a recoger el dorsal y la camiseta de regalo, mientras montan todo el tinglado de salida y llegada. Vuelta a descansar un poco y a prepararse para correr. A las 10 en la plaza para estirar y calentar algo, menos mal que nos ha salido un día de lujo, con sol y sin aire.
Salida a las 10'30 con muy buen ritmo saliendo del pueblo hacia arriba siguiendo la carretera, giramos a la izquierda y bajada a tope muy pronunciada hasta el río el cual seguimos y cruzamos por un camino de tierra hasta dar la vuelta por una loma con una pendiente y vuelta hacia el pueblo por el mismo sitio. Pendiente corta pero pronunciada que me ha hecho sufrir demasiado, las piernas me pesan demasiado pero hay que seguir, y llegamos al pueblo con el primer avituallamiento en el Km 5, en donde los voluntarios del pueblo, la mayoría personas mayores nos esperan para entregarnos la botella de agua ya abierta con el tapón, además de hacer algún metro con nosotros para que no tengamos que aflojar el ritmo (ESPECTACULAR). Aunque la cuesta que hay que subir ahora nos va a poner a todos en su sitio, la temida Cuesta de San Ramón se me viene encima y poco a poco va subiendo por las piernas hasta terminar en la cabeza, la cual me dice que me pare. Efectivamente la mayoría tiene que dejar de correr y subir andando por el medio del pueblo con el entusiasta apoyo del público asistente, para poco a poco empezar otra vez a trotar y salir de nuevo por la carretera hasta la parte alta de la montaña donde hay que volver otra vez. Mi ritmo ha descendido alarmantemente y me pasan varios corredores que de manera lenta pero progresiva se van alejando mientras las piernas me van pesando cada vez más, hasta llegar al punto más alto del recorrido. A partir de aquí toca bajada para recuperar e intentar coger el ritmo perdido cosa que parece que consigo y desciendo dignamente hasta el río para seguirlo y ahora girar a la izquierda para pasar por el espectacular paso de los Estrechos del Hocino (QUE BONITO) dar la vuelta en el cementerio y empezar con el último martirio del día ... la Cuesta del Hocino (QUE DURA POR FAVOR), llegar a la carretera de nuevo, tomar algo de aire para entrar con algo de dignidad en meta y concluir esta bonita carrera. Algo más de 12Km que podría haber bajado de la hora, sin embargo me tengo que conformar con superarla por escasos minutos, pero bueno el tiempo es lo de menos y lo importante es seguir acumulando kilómetros y compitiendo cada vez más.
Bolsa del corredor muy bien surtida, además de sorteo de dos pares de zapatillas antes de la carrera, ducha y entrega de premios para los primeros. Despedida y nos vamos al Albergue donde nos está esperando el cordero, no sin antes tomarnos otra tapita de morro con esa cervecita bien fría en la terraza al solecito tan bueno que nos ha acompañado durante todo el día.
Vuelta al Perche a recoger las maletas y despedirnos hasta la próxima, ya que estoy seguro que volveremos el año que viene. Por la carrera, por el pueblo y su ubicación y por el buen ambiente que se ha respirado durante todo el fin de semana. Hasta la vista.
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